"El Volcán de Fuego y la Cárcel de los Horrores ..."

Tras varios días de visitas por las instituciones más importantes del país como la Procuraduría de los Derechos Humanos, la Asamblea Nacional, la UNAM(Universidad Central Autónoma de Nicaragua-Managua) y la cancillería de Asuntos Exteriores, y tras varias charlas, conferencias y reuniones con altos representantes de Nicaragua para conocer como funciona el país en los aspectos políticos, sanitarios, sociales, económicos,... el miércoles nos adentramos en la reserva natural de Masaya, donde hace cumbre el volcán del mismo nombre. Situado cerca de Managua el volcán Masaya forma parte de una de las cadenas volcánicas mas importantes del Pacífico y la mayor de Nicaragua. Sobre su gran cráter conspira una extraña leyenda y por eso fue llamado por los antiguos colonizadores españoles "La boca del infierno". Su actividad geotérmica, aún en la actualidad, sigue haciendo estragos destruyendo parte de las comunidades cercanas con sus lenguas de lava. Llegar a la cima del volcán y mirar su profundo cráter y sus fumarolas causa una sensación bastante impactante, allí es donde sientes que la Tierra sigue viva y caldeada por dentro. El olor a azufre y la sensación de asfixia en lo alto de la montaña es algo indescriptible; aún noto el raspar en mi garganta al respirar el aire contaminado.

Más tarde pusimos rumbo a la fortaleza  de Coyotepe, una cárcel situada  en la cima de la colina del Coyote donde se cometieron  algunas de las atrocidades y torturas  más macabras  que se recuerdan en Nicaragua bajo el gobierno de Somoza. Aún pueden verse manchas de sangre y señales de bala en las paredes y sentir una sensación de temor, negatividad y angustia al recorrer sus oscuros pasillos y terribles celdas. No sólo en tiempos de Somoza fue utilizada como cárcel sino que en tiempos de la revolución sandinista se usó para encarcelar a prisioneros liberales como señal de venganza. Las historias allí cometidas son realmente difíciles de describir por su extrema crueldad. El paso por la celda "oscura" te da una idea del dolor que podían sentir los prisioneros al salir al patio a la luz del sol donde quedaban ciegos de espanto.

Para intentar borrar las terribles imágenes que nos sucedían en nuestra cabeza, viajamos a las afueras de la ciudad de Masaya para contemplar su "Laguna de Apoyo" desde el Mirador de Catarina. Es un lugar con vistas impresionantes y dignas de una postal. El azul del lago se mezcla con la inmensidad y la intensidad del verde del volcán Mombacho. En lo alto del mirador se encuentra un pequeño poblado dedicado únicamente a la artesanía, llamado Pueblo Blanco por donde paseamos en busca de hamacas, cerámicas y diversos regalos.
A la vuelta a Ticuantepe disfrutamos de una cena típica española aprovechando que nos visitaban Carmen y Sara, dos chicas extremeñas que han venido  a trabajar como cooperantes a Managua en una Ong dedicada a la mujer. La cena nos supo a gloria pues por un momento pudimos olvidar el sabor del gallopinto y cambiarlo por la intensidad de los manjares ibéricos y las tortillas de patata hechas por Laly.